¡Ni existe desesperanza alguna! (ein shum ieush baolam clal). Si una persona comienza a comprender cuán lejos se encuentra del Santo, bendito sea, aunque sienta que se encuentra en el extremo más alejado de Él, no debe por ello perder la esperanza.
Por el contrario, ello debe ser su consuelo: es mediante esto que podrá revivir. Pues ahora es consciente de esta distancia.
Es posible que estuviese tan lejos que ni siquiera fuera consciente del hecho, pero ahora lo sabe. Es posible que esté lejos, pero la misma conciencia de ello es muy querida a los ojos del Santo, bendito sea. Esto en sí mismo le debe dar fuerzas y vida.
Todos en el mundo reciben su vida de la Torá, los simples y los pecadores, hasta las naciones gentiles del mundo - pues la Torá es la fuente de vida para todos. Es posible que tú seas alguien que por alguna causa particular se encuentra completamente imposibilitado de estudiar la Torá.
Es posible que te encuentres en una situación tal que no puedas aprender. Aún así debes saber que la fuente de tu vida se encuentra en la Torá.
Incluso cuando la persona se ve obligada y no puede estudiar la Torá o aunque no sea capaz de aprender, aún así debe esforzarse todo lo posible en el temor al Cielo. Es a través del verdadero Tzadik que el mundo toma la vida de la Torá oculta. A veces un Tzadik así puede estar llevando una vida perfectamente simple.
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Meditación Fuerza Interior y Fe
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