Orar con CONCENTRACIÓN expande la mente y refresca el alma.
Esto trae nueva vida a los huesos. Una mancha en el alma es también una mancha en los huesos, como esta escrito (Salmos 63:4) "Mis huesos tiemblan; mi alma está asustada..."
Este temor proviene de no haber orado con concentración. Para eliminar toda mancha del alma y a su vez, de los huesos, uno debe orar de manera que sus propios huesos SIENTAN las palabras, como en (Salmos 35:10) "Todos mis huesos dirán: ¡D-os! ¿Quien es como tu?.
"Esto se debe a que la concentración es una función de la mente y la médula ósea es la "mente" y el "alma" de los huesos. Cuando concentramos nuestras mentes en LA PLEGARIA, la "mente de los huesos" [la médula ósea] cumple con sus funciones de la manera apropiada y refresca los huesos y los miembros.
(Likutey Moharán I, 67:9).
Los huesos son asemejados a una SuKá, como en (Job 10:11), "Tú me has vestido con piel y carne; dentro de hueso y tendón (t'Sokejeini) [Tú me has ocultado]".
Orar con toda la fuerza y concentración corresponde al pasuk (versículo) (Salmos 35:10), "Todos mis huesos diran: Hashem Quien es como Tú?" Dado que los huesos corresponden a la suká, tal plegaria es como entrar a una suká y cumplir con las mitzvot asociadas a ella, rodeandose totalmente de las mitzvot.
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